04 febrero 2010

Why Blue Tangarines?


Voy a explicar de una vez, el por qué del título que he escogido para el blog. Os debe estar picando en la más profunda curiosidad, la curiosidad y aparte, la curiosidad por saber también por qué estáis curiosos de saberlo. Curiosamente, no sé lo curioso que puede llegar a ser mi respuesta a vuestra curiosidad. Debo reconocer que tengo curiosidad por verles la cara en estos momentos en los que curiosean mi blog. Creo haber dicho bien: “mi blog”.

Puesto que es mi blog, no puedo negarme a que no me sea negado el derecho a crear el blog a mí manera, sin ser interferido por gustos ajenos. Creo que uno tiene bastante con sus millones de gustos, como para usar los de otros. Por lo tanto, le pondré el título que a mí me apetezca con mayor gana, porque me da la gama de colores para pintar lo que quiera.

Hablemos sobre mandarinas, hablemos de lo mucho que me gustan y debatamos sobre si son mi fruta favorita, o si son la segunda, o la tercera. Hablemos de lo fáciles que son de pelar con las manos sin tener que ensuciártelas y más interesante aún, que no nos ensucian a nosotros mismos aparte de las manos. Hablemos sobre el tamaño que tienen, el tamaño justo que necesitan para ser envueltas por la sensibilidad de nuestros dedos, el tamaño justo para que puedas agarrar con dos manos las justas para que no tengas que volver a coger, el tamaño justo para que encajen en mi blog; Hablemos sobre los gajos que constituyen el interior de la fruta, unidos por un tejido blanco propio de las mandarinas, gajos que no se resisten a ser separados, gajos que siempre están en el interior de una mandarina, mostrando cada uno individualmente la parte necesaria del conjunto. Hablemos detalladamente, y poniendo mayor cuidado, de la estructura que forma el interior de cada gajo, un ejército de cientos de bolsitas con forma romboide, llenas cada una de la sustancia. Sustancia que contiene un sabor ni muy ácido, ni muy agrio, ni muy dulce; ni muy fuerte, ni muy débil; ni muy penetrante, ni muy seco; ni muy intenso, ni muy pasivo; ni muy diferente, ni muy parecido; ni muy saciante, ni todo lo contrario; un sabor que para muchos es el sabor que apetece a cualquier hora del día. Hablemos de un sabor, que cada día que madura se intensifica y se convierte hasta un punto en aquella mandarina perfecta para ser comida.

Las mandarinas, al igual que otras frutas, pueden ser relacionadas con personalidades. En general todas las frutas tienen una atribución a un perfil social. Al plátano se le relaciona con una persona tranquila, “aplatanada”, un poco sosa y dulce, y con la característica más importante: sexualmente activa. La fresa se le atribuye a esa persona con una personalidad extrovertida, con cualidades pasionales y con una belleza personalizada. El limón puede que podamos verlo en aquellas personas con hiperactividad, que no se andan con rodeos, que van al grano de una forma directa y que físicamente tienen un perfil con las siguientes características físicas: delgada, fibrosa, pelo muy corto y de piel muy clara. El coco brevemente lo arraigo a una persona introvertida, pequeña y con mucho pelo. La manzana a un individuo sincero, muy perfeccionista, con una musculatura equilibrada y bastante metrosexual. La pera más bien, es un personaje secundario, una persona que está, pero que nunca participa realmente en nada importante. Pero claro, ¿qué personas son mandarinas? ¿Seré capaz de decir qué tipo de persona son mandarina? Si lo dijera, este blog perdería razón de existencia y no me gustaría quedarme sin poder dejar más mandarinas por aquí, sobre todo porque no ha cumplido ni un mes y me veo en la insensata obligación de deber hacer un intento por darle emoción.

El azul, pues... sinceramente no sé muy bien porque lo he elegido, algo me dice que lo he escogido por una razón estúpida. Esa razón estúpida no es otra que querer darle a mi título del blog un toque personal. El toque personal que le doy es personal, porque yo siempre suelo dejarme llevar por aquellas cosas absurdas que me pide el cuerpo que exprese de forma espontanea de vez en cuando. Puede que algún día me dé resultado hacerles caso, aunque como muchos dicen, si no les hiciera caso no sería yo. Por lo tanto, si quiero que el blog tenga el título más personal posible, qué mejor que poner aquel adjetivo, que en su momento, no me transmitió absolutamente nada, pero que de una manera u otra me vino a la cabeza sin invitación alguna y se metió en mi mente nublándose la posibilidad de pensar en otra cosa. Fue lo que puse y no es acción de arrepentimiento. Si hubiera seguido pensando en otra cosa posiblemente mejor, que también peor, no habría aprovechado el cometido de que apareciese la palabra azul, porque si apareció será por algo ¿no? Yo contestaría que no, pero para que todo esto tenga algo de lógico diré que sí. No quedaría bien que dijera que lo he puesto porque sí, sin más.

Sé han dejado claro los argumentos que sostienen la razón del porqué de el título de mi blog. Claros del todo no, que nos deslumbrarían de la claridad, por ello los he dejado de la manera en la que están; otra mentira de la que no tenéis que sacar la conclusión de que soy un mentiroso;sino que soy una mandarina, no una naranja falsa.

6 comentarios:

  1. Sí!!
    Espectacular de verdad. Genial. Sincero. Brillante. Divertido. Apabullante.

    Qué bien me siento! joder! Qué bien...
    Y no porque yo haya hecho nada de nada ni tenga nada que ver. Pero... lo sabía.

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  2. Buena aclaración mi querido amigo Watson.
    Pero para conocerte mejor y para concretar más, ¿qué tipo de mandarina eres? ¿Mandarino, Satsuma o Clementina, o quizás a lo mejor un Híbrido?
    Bueno, quizás me he apresurado y esté adelantando acontecimientos. ¡Upss! Perdón. Que metedura de gajo...

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  3. jaja!!! M-A-G-N-Í-F-I-C-O
    me encanta,entretenidisimo. no sólo la mandarina sino todo el árbol. eso sí, se te ha olvidado mencionar un pequeño detalle de la mandarina, su propiedad distributiva! cuando tenemos tantos gajos entre manos, nos encanta ir por ahí ofreciéndoselos a nuestros amigos, XD
    PD: tanta originalidad y personalidad y le has puesto el mismo fondo que mi antiguo blog, jodio (http://elblogdetommy.blogspot.com)

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  4. Upps, que consté que no lo sabía eeee

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  5. No sé si algún día entenderé del todo o conseguiremos entre tú y yo definir la palabra azul, pero estoy segura de que has conseguido que cuando la mencione alguien no piense en el mar, ni en el cielo, ni en el Tuenti. NO, pienso en mandarinas... y que quieres que te diga, mandarinas azules son muy vanguardistas xD.
    No sé si alguien te habrá ayudado a corregirlo antes de publicarlo. Si es así, me alegro de que te dignes a echarle un vistacillo. Si no es así y lo has hecho solito, estoy muy feliz y contenta de lo que acabas de hacer.
    Y, aunque no te hayas dado cuenta, tienes un ramalazo a Dante Alighieri en algunas frases, pero solo en dos o tres xD.

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  6. Quisiera hacer unos cuantos comentarios al respecto.

    Soy activista de la ONG "Salvad a las mandarinas azules" y me he sentido claramente ofendido y despreciado en este texto tan surrealista.

    Trabajamos en pro de la igualdad de derechos entre todas las mandarinas. Este tipo se siente desplazado de todo mercado, pero son igual de útiles que las naranjas. Necesitan la misma atención, incluso hay algunas con carreras universitarias. Y solo por su color las desprecian y las infravaloran. Nadie se comería una mandarina azul. Ningún famoso cocinero internacional las usaría para crear con sus platos nuevos detalles. Las desprecian. Las ignoran.

    Así pues, pido buen amigo que te retractes de tus palabras y que pidas disculpas a ese nuestro sector, las mandarinas azules.

    Atentamente.

    Papá Pitufo

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