08 octubre 2011

¡No! Es mandarina



Vivo en un camino que me lleva a dónde todos no conocemos, pero en el que sí que creemos. Vivo en un mundo en el que siempre hay un comienzo, un final y algo intermedio. Vivo en un mundo dentro del cual, las cosas también tienen un comienzo, un final y algo intermedio…


Espero a que llegue el momento en el que algo ocurra, que se den las condiciones; o como yo prefiero creer, esperar el momento en el que pueda ver las circunstancias, ya sea por casualidad, o no.


Espero a que cuando llegue, pueda captarlo con algún sentido, pueda notarlo y ser consciente de que logro reconocer aquello que he estado esperando.


Espero, una vez esperado y esperado notar lo esperado, a que ese algo realice aquello por lo que había tomado tan larga espera. Y si no, espero que no tarde mucho en terminar su efecto, sino tendré que esperar, esperar y esperar...


La espera es lo único que no se espera, me dije a mí mismo tras una larga espera de respuestas. Aun no sé, si esperé, o la respuesta fue mi desespero y abandono a la espera. Pero finalmente mereció la espera y pude por fin librarme de la espera, pues esperé no esperar nada.


Que estresante es la vida que vivo. Tanto que le debo a la lógica y tanto que me debe ella a mí, pero como no puedo hacer cuentas de quién debe más, porque no recuerdo la primera vez que empecé a esperar. No espero ninguna rendición de cuentas. Esperaré a mi final y esperarçe que las cuentas me salgan bien.


…Vivo en un mundo en el que lo intermedio es esperar. En concreto no es nada, pero dentro del gran principio y final, es casi el total.



PD: Espero que os gustase, y sobretodo, esperaré por vuestras mandarinas.

1 comentario:

  1. never run when you can walk, never walk when you can stand, never stand when you can sit, never sit when you can lie, never lie when you can sleep

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