10 diciembre 2011

No os quejaréis...



Algún día os lo escribiré. Desataré, de forma desbocada, la bestia que guardo en mi fuero interno. Os habrá entrado irrumpiendo en vuestra terca tranquilidad, que a bocados tenéis por pura gula, y os la habrá arrebatado. Hasta entonces, no ofrezco más que una mísera taza de leche caliente antes de dormir, pero fresca y cremosa como ninguna ternera pudiera mamar de la teta de una lechera.


Ese día os he de mostrar que sois protagonistas de mi escritura sin ni siquiera ser un personaje más. Creéroslo. Sois la valentía en persona, la que quema la cerrilla de mi voluntad sin reparar en costos de pereza; la pila que acciona el mecanismo de mi reloj, que lleva a mi mente a narrar el tiempo que coincidimos siendo fantasiosas reflexiones plasmadas en un blog. Algo principal… ¡Y ya está!


Que atrevido habré sido, intentando convencerles a los demás de vuestra inexistencia, pues ya siendo difícil de disuadiros del campo de visión de ellos, para finalmente haber acabado desmintiéndolo todo. Ya no sé dónde esconder el agrietado y desecado pellejo de mis codos, que han permitido el estudio de vuestra transparente existencia, y termino prodigiosamente agradeciéndooslo. Gracias, gracias, gracias,…


Un piadoso ademán, con intención de pediros paciencia, nada más, es lo que procuro que me halléis cuando crucemos nuestras lecturas en este blog: yo vuestra cara y ustedes mis letras. Ya que espero que una fecha, socavada en mi futuro, tenga la hospitalidad de que se me sirva papel de regalo, simplemente porque obsequiaros es una de mis ilusiones. Esperadme…


Porque no creo que merezcáis promesas sin ninguna rendición de cuentas. Por lo que, vituperaré a quién sea, con tal de dejar bajo llave un punto final. Sin que ningún astronauta rústico, ni gitano espacial nos lo acabe robando. Y encima, seguramente, nos sonría.


No hay locura sin un loco que la diga, como tampoco hay mandarinas azules sin que hubiera seguidores que impetren comerlas.



PD: Sé que estáis muchos en la orilla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario