31 marzo 2010

¡Lée! ¿A ti no te pasa que la gente no te pilla las directas?




¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando escribes la fecha y llegas a la parte de poner el año, sin querer pones 010?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando vas a escribir el nombre en un formulario, lo escribes y luego te das cuenta de que solamente te pedía el apellido en ese apartado?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando no entiendes el chiste de alguien, se te escapa una risa de pensar que puede que te pillen?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando estabas en el cole (Echeyde III) y te ponían una pegatina con YO SÍ LEO, se te venía a la mente reírte de Leo?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando te llamas Leo y alguien va a leer y dice “Yo también Leo”, te cagas en él, la familia, sus ancestros y sus animales domésticos una y otra vez, sobre todo cuando te pasa en 2º de bachiller?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando juegas y tienes una herida pequeña, siempre hay alguien que te la toca y además es quién peor te cae y con ello justificas mandarlo a…?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando buscas una determinada letra en el diccionario, tienes que recurrir a empezar a decirte “A, B, C, D, E,..?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando ves a alguien que no recuerdas su nombre, te haces el loco para que no te vea o al menos no cruces la mirada, o qué prefieres que ni te salude, pero llega un momento en el que por mirar a ver si mira, el cabrón aprovecha y te saluda?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando le das a apagar al ordenador justamente te acuerdas de algo que querías ver y no lo vistes y entonces lo vuelves a encender y te das cuenta de que prefieres apagarlo a esperar a que se encienda?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando ves una etiqueta acabada en X.99€ dices “A mí no me engañan con ese truco de marketing”?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando una chica está buena y es tonta, no te importa seguirle el juego?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando vas a un buffet a comer, siempre te sirves más de lo que vas a comer, para que se joda el restaurante y así quede claro que tú no serás una de las personas con las que van a hacer negocio? Aunque en realidad sabes que los cabrones siguen saliendo ganadores.


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando vas a un chino presupones de un principio que su deber es que te tengan que regalar, al final de la cena, chupetes, chupitos, calendarios, juguetes y demás?¿Y que son unos parados por naturaleza, aunque sin embargo dan la sensación de que son unos calculadores que parece que van a engañarte con esa cara de osito mariquita?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que sacas el móvil para mirar la hora y justo después de guardarlo alguien te pregunta la hora y no te acuerdas?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando alguien te pregunta por la hora, justo antes de sacar el móvil alguien se te adelanta y dice la hora, pero tú aún así la miras?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que tocan el timbre, preguntas quién es? Te dicen “YO” y tú piensas “¿Quién coño es YO?”


¡Oye! ¿A ti no te pasa que te encuentras un conocido en un lugar determinado y te pregunta “¿Ah viniste?” y tú piensas “No al final me quede en casa”.


¡Oye! ¿A ti no te pasa que vas conduciendo, te encuentras con alguien y te dice “¿Sacaste el carnet?” y tú “No, estoy haciendo prácticas en solitario”.


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando tienes un percance de ridículo absoluto, no reaccionas como uno habría querido sino justamente lo contrario a cómo querías?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando te sientas en un pupitre y tiene un chicle pegado por debajo te callas, pero cuando ves que otro se sienta en él sabiendo que está, llamas la atención para que la gente se dé cuenta de lo guarro que es eso tío?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando vas a mear tienes ganas, pero según te vas acercando al orinal te aumentan las ganas progresivamente y al mear te convences de que si hubiera pasado un segundo más te hubieras meado todo?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando vas al baño a mear y no hay nadie, se te viene la idea de mear sin manos a ver qué pasa?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando sin querer te meas por la causa que sea, que sabemos que son múltiples e ilógicas de explicar, vas como un gilipollas y te inventas una explicación más estúpida e ilógica que la verdadera causa?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando estás hablando con Roca te dices a ti mismo: “Pobrecit@ del que viva conmigo”?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que alguien te dice: “voy al baño” , y tú te dices a ti mismo “¿y a mí que me cuentas?”


¡Oye! ¿A ti no te pasa nunca que cuando vives con alguien te jode profundamente que ese alguien sea tan asqueroso de beber directamente del cartón, pero cuando no hay nadie, tú eres el primero que disfruta triple porque no tienes que lavar el vaso, es más rápido y tiene morbo hacer algo que sabes que le jodería al otro si te viera?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando lees algo y no te enteras, pero alguien más tonto te pregunta si lo has entendido y tú, por no quedar gilipollas, te aprovechas de su gilipollez y te inventas un análisis falso sobre la marcha dejando al otro impresionado?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando tienes hecha la tarea nunca te preguntan?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando no tienes la tarea te planteas mil planes para que no te pregunte, mil estudios estadísticos, mil… y al final la profe de verte tirando, te pregunta porque eres quién más atento parecía?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando alguien te pregunta, para poder comparar, por la capacidad cualitativa de alguna cosa tuya y sabes que es justo la que menos tiene, haces un intento de que el otro te diga primero cuanto tiene el suyo, para así ver si es posible soltarle alguna burrada para que te deje en paz?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando ese mismo pesado viene más de una vez preguntando, le sueltas en la cara que todo lo anterior era mentira y que el de él es mejor, siempre y cuando te deje en paz de una vez por todas?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando le preguntas a otra persona si a ella no le pasa una cosa determinada cada vez que hace otra, te mira y te pregunta por lo que dices “¿Qué dices tío?”?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando estás leyendo esto, estás hasta la PIIIIII y no entiendes qué importancia tiene todo esto o qué de útil tiene el perder el tiempo de esta manera?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando piensas en irte a vivir solo y ves que tienes que hacer la limpieza de toda la casa, planchar, cocinar, tender la ropa, hacer la compra… Se te viene a la cabeza bastantes planes para que tus padres no estén muy lejos y que comprendan que tiene que venir a ayudar a hacerlo todo en tu casa, pero sin estar en ella mucho tiempo en ella?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que el día que más esperas un SMS, te llega un SMS de publicidad y te jode el rollo de ir “corriendo” a buscar el móvil?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando te echas un pedo, acabas preguntándote si ese pedo olerá, no olerá, sólo te olerá a ti o a todos?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que siempre huelen cuando hay alguien delante y acabas calculando cuanto de lejos llegará y con cuanta intensidad? ¿No te pasa?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando escribes algo y la idea es de dos personas tiendes a dejar claro que tú has sido la pieza clave?¿A ti no te pasa Sergio?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando escriben Sergio y Leo juntos, piensas que va a ser algo divertido y genial y acabas decepcionado, porque todo lo que escriben siempre es muy poco?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando llevas leyendo toda esta entrada y sabes que todo empieza igual, aún así pierdes el tiempo leyendo el principio de cada frase, porque sin él te da la sensación de que no lo entenderás?


¡Oye! ¿A ti no te pasa que cuando piensas escribir algo como esto, algo en tu interior te avisa de que no lo hagas y no le haces caso porque en el fondo todo te la suda y quieres dejarlo claro?


PD: Sergio es el puto amo.

20 marzo 2010

Mis ganas de vivir, tus ganas de morir


La mirada perdida en la copa, sintiendo las pocas fuerzas con las que me muerdo la lengua por castigarla, porque no tenía por qué hablar conmigo dejándome voces en mi cabeza para que le conteste durante el día y así ella conseguir que transcurra el monótono silencio benévolo que no rompo con nadie.


Mis ojos se pintan en una rojez concentrada, más de la acostumbrada y una misteriosa sensación presiona un punto interno de mi nariz y las ganas de mojar mis mejillas con mis lágrimas emergen, emergen, emergen…


Reventar los puños dando un golpe inútil contra la pared, dejarme caer en peso muerto contra la pintura y sentir su frio lijar mi piel, mientras caigo al suelo de rodillas, que acaban descompuestas.


Un paño mojado en odio impersonal se apoya sobre mi corazón impidiéndole respirar, subordinando mi cuerpo a una parálisis de enfermedad, que dura hasta el momento que dejo de pensar y la nada es lo que mis sentidos captan. Nada.


Que se vayan los recuerdos. No quiero comparar, ni analizar, ni determinar mi estado de no felicidad, porque ya sé que estoy mal. Sólo se ha de ver la impotencia con la que me he sepultado, enterrado, ahogado por la tierra, que ha penetrado por mi boca, secando la humedad de vida que me quedaba.


Una espesa tinta cae desde un infierno de alturas sobre mi frente, calentándome la idea que no quisiera recoger. Puede que me lleve a realizarla, no lo sé, aunque se ha demostrado que plantearla posibilita abrir el atajo.


Mis ganas de vivir ya no existen. Existe el engaño o mejor expresado, el autoengaño, de convencerme de querer vivir, pero realmente porque existe el miedo a la muerte, miedo a lo desconocido o a hacernos más daño.


Siento que somos masoquistas viviendo con infelicidad, sabiendo que al menos en la muerte sí que pueda que exista una oportunidad, pero no de ser felices, sino de al menos no ser infelices. Miedo a lo desconocido o hacernos más daño.


Me rio mucho, mucho, por no llorar más. Ésta no es la situación en la que me veía, descontrol, descontrol, descontrol emocional y nada de volver a razonar, ja ja ja.


Estoy protegido, pero solitario encerrado entre paredes con una puerta de la que ni vosotros acceso a entrar tenéis. Aunque sólo fuese para que dejéis salir esas tinieblas que hoy me atormentan para que caiga en equivocación precipitándome a tomar la decisión.


Cicatrices desvelan mis anteriores reencuentros, cicatrices desvelan mis íntimos encuentros con ella, cicatrices son quienes me desvelan que ella no me quería todavía despropiar, cicatrices que en la próxima cita no cicatrizarán.


¡Bórrame! Te lo pido. No puedo seguir esta operación que se va complicando en sus fallos, dirigiéndose a ningún resultado bueno. No creas que tenga solución, bórrame y plantea otro problema. Bórrame porque yo no puedo borrar tanto error.


No al futuro. Me agobia y me estresa. No quiero pensar en él, no quiero ni mentalizarme de que viene a por mí, ni quiero seguir escribiendo frases negativas. No sabemos que esto me llevará a no seguir no viviendo por la no culpabilidad de no haber no visto el futuro. No.


El puñal se dirige hacia mi interior con ganas de atravesar, pero por ahora me amo más que a un muerto apuñalado, que se ha quedado sin más. Para ello prefiero tirarme ardiendo, a acto de voluntad, desde el último piso de mi dolor y caer sobre la tarta de café, gratinando el azúcar en la que concluiré mi dulce vida amargada.


Me imagino en un vacío tan infinito de vacío, que la imaginación no me sitúa en ninguna dimensión. La ventaja de no poder imaginarse uno muerto es inimaginable cuando uno no hace más que sentir todo lo vivo que no quiere perder.


Egoísta me siento queriendo quitarme mi vida, arrebatándomela a mí mismo, sin antes haber pensado en mí, en si quiero, en si es nuestra vida como para hacer con ella lo que se nos plazca.


Agua, fuego, tierra, aire. En ninguno de estos elementos me convertiré. Un profundo suspiro de mis conocidos, tal vez. ¿Cómo acabar sin dejarles nada a los demás? Esto se supone que es cosa de uno, pero al parecer no lo es.


La de cosas que puedo hacer ahora, pero la de cosas que me estoy perdiendo por no acabar con las que sí puedo hacer. En otra parte podría hacer tantas cosas como no hacer… no hacer… no hacer…Muerto o no, siempre haré, harás, haremos algo. Hacer el no hacer.


El punto final no es algo que se adquiera con un simple contacto de una punta con una superficie, dejando que se impregne de líquido, no, es algo más. No se consigue, se gana. Nadie más que yo ahora mismo ha jugado mejor sus fichas como para merecer poner el punto. No se puede negar el merecimiento de ello. Yo pongo las normas del juego y no tú.



Cada 40seg…muere una persona en el mundo a causa de un suicidio. Más de un millón de suicidios al año, y apenas sabemos nada de él.

Cada 40seg…en todo el mundo una familia pierde un familiar, una pareja pasa a unidad, unos amigos pierden una amistad. Apenas sabíamos de él.

10 marzo 2010

Villa María

Es increíble como en unos segundos los planes pueden cambiar totalmente y volverse más interesante con solo decir un sí a una pregunta que no estabas previamente esperando que te sea lanzada.

“¿Quieres que te eche las cartas?”

-Tengo ganas de ver que dicen, de mirarte a los ojos y ver qué cara pones, cómo me miras mientras te digo lo que nos cuentan las cartas, cómo reaccionas al escuchar lo que no querías ni oír, cómo por segundos le das fe a lo que nos dicen, cómo cuestionas la posibilidad de acabar creyendo en ellas, cómo te miro cuando dejas de mirar...... Detectar tu presente y futuro es en lo que me concentro en estos momentos con todo el buen ánimo que tú me has transmitido para que este juego salga de la mejor manera posible; pero si no es así y no muestras que estás en buena disposición, se nos ha de negar este atrevimiento de conocernos un poco más, confirmando lo que ya entre nosotros sabíamos. Esto en el fondo es una cuestión de que dos estén en disposición de hacer.

>Es lo que tienen estas cosas, que después de presenciarlas vuelves a tu casa interior, entras por la puerta de la razón, te desplazas a la parte sistemática de la casa y comienzas a descongelar tus cálculos y los pones a cocinar, a causa de que las cartas te han hecho dudar de que te falte algún ingrediente en la receta. <

Supongamos que sí, que piensas tener en cuenta todas las indicaciones con las que te han intentado orientar las papeletas del destino, por el mero hecho de mostrar respeto a algo que en ningún momento te has dedicado a investigar y tu desconocimiento de su poder y de la existencia del propio poder es abrumante. ¿Y ahora qué es lo que tenemos que hacer? Si fuera yo a quién le leyeran las cartas, me iría por donde vine y simplemente dejaría que pase lo que tenga que pasar, o sea, que reflexionaras en tu cabeza un poco más al irte por la puerta, sobre todo si no tienes nada más que ocupe tu cabeza durante el día.

Sinceramente, no llego a tener muy claro si creer en lo que dicen las cartas, aunque de todas las maneras insistan, con sus argumentos de liberar sobre la mesa todas aquellas cartas que una vez más vuelven a repetirse, motivándome más mi duda interna, para que con ello yo les dé una única oportunidad que me piden. Pero una cosa sí que tengo claro. Responder que sí a esta pregunta te llevará segurísimamente a una conversación en la que acabarás hablando de muchas cosas, las cuales te servirán para conocer a la otra persona pudiendo olvidar todo aquello que contaron las cartas y entonces conocer a la persona mediante una realidad sensible y no por aquella que no sabemos si es real su existencia y por ello pueda confundirnos.


08 marzo 2010

2ºC


¿Alguna vez te has sentido que estás en el lugar al que sabes claramente que no perteneces? Ya sé, que con el título y la preguntita no hace falta que penséis mucho, porque sé que ya sabéis de qué va esta entrada. Pues la verdad es que estáis en lo cierto, salvo por un pequeño matiz que ya notaréis.


Pues SÍ, merezco esto desde el día en que tomé la decisión y elegí ser un cobarde y acobijarme entre los de LETRAS para no tener que esforzarme y poder seguir viviendo del cuento. Una auténtica gallina. Nunca me suelo arrepentir de nada, pero si hay algo de lo que sí me propongo a mí mismo arrepentirme, en contra de mis principios de no arrepentimiento, es de el hecho de no haber afrontado ese reto. Pero es algo que ya no tiene solución y por lo tanto lo dejaré guardado en mis adentros, aunque aruñe las paredes porque intente salir al exterior haciendome sentir mal conmigo mismo.


Sin embargo, he cambiado desde aquel día, como todos vosotros y desafortunadamente es ahora cuando siento que no encajo en las cuatro paredes que forman 2ºC. Con lo que me gusta arriesgarme, podría hacerlo y criticarles y sacar todos sus defectos y exponerlos y esperar a que uno de ellos se lea esto y me monte una buena, tachándome de flipado creído; pero eso sería recurrir a lo más sencillo y aparte ya lo tengo aborrecido. Prefiero centrarme en las virtudes que poseemos los que llevamos un cartel en la frente con el conjunto de letras que forman LETRAS.


Mi clase, aunque no lo parezca, me ayudan mucho. Son lo más. Tienen un montón de cualidades que hacen que quiera uno levantarse cada día para entrar en la clase. Existe una gran diversidad en la clase, hay desde las excepciones que no representan para nada a la clase, y luego están los que sí representan, que son múltiples personajes. Pues gracias a ellos puedo ver que las cosas se pueden hacer mal y también muy mal y que por ello mi mente nunca acierta cuando hace intento de hacer algo bien hecho, no es culpa de mi mente, simplemente no conoce el trabajo bien hecho. También se aprende que las clases no tienen por qué tener un clima de estudio, pues es mejor acostumbrarnos a trabajar con las máximas dificultades que nos impidan concentrarnos, seguramente porque haya un plan, del que no me he enterado, de prepararnos por si algún día trabajamos con un papagayo a medio metro de la oreja. Otra cosa es que conoces a muchas personas y tu vida social aumenta mogollón. Sí, sí, lo que oís, si necesitas amigos ven a 2ºC, nos pasamos toda la hora ayudando a solucionar tus problemas con tus pasad@s presentes y futur@s novi@s. Tenemos casi 6 horas al día para hablar. Si eres de los que le gusta sacar buenas notas, mi clase es la más efectiva para ello, conseguimos que varios profesores tiren la toalla y se planteen hacer contratos del tipo: Profe- Si me dejáis en paz, os pongo un 10 a todos, y la única condición es que me respetéis escuchándome. Lo veis un 10 asegurado. A mí me gustan mucho los retos, como ya sabéis quienes me conocen, aunque el mayor reto lo haya abandonado, sigo intentando enfrentarme cada día a ellos. No sabéis la de retos que puedes proponerte en mi clase, puedes llegar incluso a proponerte hacer un trabajo colectivo para sacar sobresaliente y fichar en tu plantilla a personajes que ya ustedes conocéis, con los que acabas haciéndoles su parte y encima les repartas las partes más fácil asumiendo uno mismo el 70% del trabajo.


Pues esas son unas de las pocas características que nos diferencian del resto de la civilización. Y a pesar de ello yo no puedo decir que afortunadamente no las tenga, considero que tengo más semejanzas con 2ºC que lo que puede aparentar, aunque ahora intente desesperadamente volver a la civilización o a veces solamente ir hasta el final del pasillo para respirarla por un cambio de hora.


Muchas veces me planteo si estuviera en otra clase como serían las cosas, pero creo que en mi interior sé perfectamente la respuesta y no por ello me voy a amargar la existencia. Ya bastante uno se sintió culpable cuando se defraudó así mismo, como para estar recordándome que hubiera pasado si... En el fondo paso de caer en el error de la gran mayoría de las personas lamentándome en el presente por mis errores. Hoja nueva.


PD: Como algunos os habéis dado cuenta no había ningún matiz y si por casualidad ofendo a algún compañero leyendo esto, ya le digo de antemano que él es la excepción de la clase. xD